El artículo ha sido sacado de www.vaeo.es. Aquí os lo dejo:
La crisis económica dispara el
índice de suicidios: España sube un 25%.
La crisis económica no sólo genera desempleo, números
rojos y desahucios, sino que también dispara la tasa de suicidios. La
consecuencia más trágica de la penuria económica en el occidente capitalista no
se explica a los titulares de los neocons: España, con casi cinco millones de
parados y más de 30.000 familias desahuciadas por ejecuciones hipotecarias, ha
incrementado en un 25% el número de suicidios. Según los médicos, más del 90%
de los que se suicidan padece una patología psiquiátrica, siendo la más frecuente
la depresión.
Por lo tanto, han aumentado de forma significativa las
consultas en los departamentos de urgencias psiquiátricas por parte de personas
que acuden a ellas después intentos de suicidio, con síndrome de ansiedad y
síntomas de dependencia del alcohol y de las drogas. Este tipo de patologías,
según afirman los médicos, también afectan a la unidad familiar, ya que
únicamente una décima parte de estas personas tiene una pareja estable y un
porcentaje muy elevado se encuentra aislado socialmente. Uno de los casos más
impactantes de suicidado debido a la crisis lo protagonizó una mujer en EEUU,
que disparó a sus dos hijos antes de suicidarse en una oficina estatal de
asistencia social. Rachelle Grimmer, de 38 años, tomó esta drástica decisión después
de que las autoridades le negaran cupones de alimentos durante meses, ya que no
entregó suficiente información. Para recibir ayuda del Gobierno para la compra
de alimentos se requieren documentos que prueben su información, que avalen su
situación profesional y su residencia. También han de rellenar una hoja de 18
páginas.
En la serie de trágicas muertes relacionadas con la
crisis económica se une el reciente fallecimiento del famoso banquero e
inversor Russel Armstrong. El capitalista no aguantó la quiebra de su negocio y
se colgó en su casa en Los Ángeles. EEUU registraron un ligero descenso en la
tasa de paro, actualmente situado en el 8,6%, el número de personas que vive en
condiciones de pobreza ha alcanzado la cifra récord de 49 millones, lo que
incidirá aumentando el índice de suicidios. Según las estadísticas, desde el
inicio de la recesión la tasa de suicidios aumentó más de un 20%, registrando a
los peores índices en Grecia, la más afectada por la crisis financiara
global.
La recesión viste en Grecia de velo negro Antes de la
recesión, Grecia tenía una de las tasas de suicidio más bajas de Europa. Sin
embargo, tras la desaparición de cientos de miles de empresas y después de los
recortes salariales y la subida del paro, el país heleno se ha convertido en el
ejemplo más chocante de cómo la recesión pica psicológicamente .
En comparación con el índice de suicidios de 2010,
este año aumentó en un 40% el número de personas que decidió suicidarse.
"Tenemos problemas de ansiedad, angustia y depresión relacionados con el
paro", declaró Nos Dimellis, un psicólogo responsable de un programa de
terapia para los afectados por la crisis. "Tenemos problemas especiales
con padres de familia, ya que el hombre pierde mucha autoestima si pierde el
trabajo", añadió el médico. Después de permanecer un año en paro, el
empresario Apóstolos Polyzonis se prendió fuego frente a una oficina bancaria,
después de que la entidad se negara a renegociar su deuda. Polyzonis-que sólo
sufrió quemaduras superficiales-explicó que se sentía deprimido al no poder
seguir pagando los estudios universitarios de su hija. Peor suerte corrió el
dueño de una agencia publicitaria, Michael Kriadis, que se tiró por la ventana
de su oficina tras acumular deudas por más de 400.000 euros. Mientras el
comerciante Vaggelis Paterakis se disparó un tiro con una escopeta después de
suspender pagos por valor de 800.000 euros. Muchos expertos opinan que la
manera más eficaz de erradicar los suicidios es adoptar políticas activas para
ayudar a la gente a encontrar trabajo.
"En España en los 80 se produjo un alza
significativa de suicidios cuando subió el paro, pero en Suecia en los 90 un
aumento muy fuerte del desempleo no impactó sobre los suicidios ya que el
Estado les ayudó", comentó Martin McKee, director del Observatorio de
Sistemas Europeos de Salud. La consecuencia más trágica de la crisis económica
en España, con casi cinco millones de parados y más de 30.000 familias
desahuciadas por ejecuciones hipotecarias, ha sido el incremento en un 25% del
número de suicidios.
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